Nube de historias

Un blog para soñar...

Quien sabe como empiezan, quien lo dice o quien lo hace, pero las cosas comienzan siempre, por casualidad? quien sabe...
Así empezó esta historia...
La protagoniza un príncipe joven y soltero, pelo desordenado y castaño aunque bastante alto para lo normal. Se llamaba Roberto; eligió como lugar de veraneo la bonita isla de Sicilia donde iba a pasar dos meses de descanso que su padre por fin le había concedido.
El no era muy conocido por lo que podía pasearse por las calles sin temor a que nadie se le abalanzara y le hiciese preguntas indiscretas.
Un buen dia se acercó a cenar a un restaurante modesto pero donde le habían dicho que se comia muy bien, alli le asignaron una bonita mesa al lado de una cristalera y aunque habia unas bonitas cortinas lisas dejaba entrar bastante luz. Antes de que el camarero se dispusiera a tomarle nota se sentó en la mesa contigua una joven de cabellos rubios y rizados, vestido veraniego y tacones altos que estilizaban aún mas su figura. Se le notaba al instante su acento inglés nada mas oirla hablar. Pero al príncipe le parecio muy bonito.
El príncipe quedo prendado de ella al instante pero el era muy vergonzoso, a demas su padre preparaba ya su enlace con otra princesa; aunque eso le importaba poco no se decidió a hablar con ella aunque ella le mirase todo el rato.
Cuando hubo llegado al hotel se tiró en la cama inmerso en sus cavilaciones y al rato se durmio.
A la mañana siguiente cuando vio las noticias se encontró con que la chica resultaba ser una duquesa a punto de casarse, había muerto ahogada en su propia piscina.
El príncipe se quedó mudo del horror y se desmayó.
Siempre recordó que el pudo haberla ayudado, haberla conocido, pero era demasiado tarde, las oportunidades no son infinitas, y el no supo valorar la suya.

3 comentarios:

Ya se te echaba de menos historiadora, pero veo que te has aplicado.
Que triste desenlace... soy de las que piensa que un simple acto significa cambiar totalmente la vida, el efecto mariposa que dicen. Una pena que el principe no lo cambiara.
Besitos guapa.

Uf¡¡¡
Como vamos¡¡¡
Siempre hay que intentar ayudar a la gente y sobre todo hay que andar listo con las oportunidades.
Un poco triste pero como te ha quedado de bonito¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

ahhhhi, as tardado pero está chulísima la historia, yo creo que a veces no puedes cambiar el destino aunque quieras no está todo en nuestras manos,ójala,pero si que es verdad que el tren pasa una vez y si no o cojes a tiempo puede que ya nunca más vuelva a pasar por tu puerta ,el príncipe le perdió para siempre.muy bien preciosa muchos besosssss