Alguien me dijo: Eso es cosa tuya, pues bien aquí está...
El título debería ser Laura y Victor pues fué esta quien narró la historia en los anales pleunares y es parte de la historia de Victor, uno de los famosos principes luchadores en las guerras wind, si en las guerras del viento de infausto recuerdo para la humanidad, por supuesto en la historia se le conoce con el nombre de Winhead.
Victor, en aquellos años, era un precioso niño de enormes ojos oscuros, muy vivarachos, siempre pendientes de todo a su alrededor, algunas veces parecía taladrar la realidad. Fué un niño con unos comienzos un tanto complicados que le obligaron a superarse constantemente, siempre ayudado por sus padres y cuidado por un par de ángeles que intentaban que siguiera adelante. De crio le encantaba jugar con su Gui-Gui, una especie de mascota que le acompañaba a todas partes...
Por otra parte Laura era una espectacular Rubi-Roja, una artista, hoy iba a recoger a Victor; el niño se había entusiasmado ante la posibilidad de que Laura le llevase a ver un verdadero chuck-a-chack, un enorme animal modificado genéticamente para comportarse como un antiguo medio de transporte llamado tren; este animal tenía unas protuberancias en la espalda de forma que protegía a los viajeros; el chuck-a-chack era descendiente genético de los dragones.
Llegaron a la zona donde debían esperar al chuck-achack y Victor notó como aumentaba su nerviosismo. De pronto un penetrante olor a quemado llegaba a su nariz y Victor se dispuso a verlo aparecer...
Tras un enorme estruendo, por fin, aparece rugiendo y chirriando sus garras contra el suelo; Victor agarra fuertemente la mano de su tía y la mira y sonríe, una sonrisa amplia, limpia, de felicidad.
El chuck-a-chack se detiene ante una orden de Laura y esta se sube, junto a Victor, encima del enorme animal, tras otra orden en forma de silbido de su tía el animal sale disparado hacia adelante. Victor sonrie y su sonrisa se hace mas y mas grande pues le encanta el sabor y el olor del aire al darle en la cara...
Finalmente, tras otro silbido de Laura, se termina el viaje y los dos bajan del chuc-a-chack y Laura, en agradecimiento, le da al animal un par de trozos de carbon que son inmediatamente engullidos.
Laura y Victor sonrien, sus sonrisas son enormes, siempre procuraran sonreir como ese dia..
Por cierto uno de sus ángeles también sonríe, a pesar de ser una sonrisa desdentada...
Publicado por
Flores SC
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