Nube de historias

Un blog para soñar...




A ti pequeña Diana
Yo te quiero dedicar
Mi pequeña poesía
Pienso que te gustará


Como las palomas blancas
Que vuelan por esos campos
Así ibas tu de guapa
En aquel día especial
Que hiciste la comunión.


Contentos estabais todos
Reunidos con amor
Allí estarían tus padres
Tu hermano, también tus tíos
Y como no tus abuelos
Allí todos reunidos
Y ahora con mucha alegría
Rezarás a Jesusito.



Hoy me ha dicho un pajarito
Que a ti te gusta leer
Esos pequeños relatos
Que yo un día me inventé.


Para poder escribir
Hay que tener corazón

Inventarse las historias
Poniendo imaginación

El mirlo por la mañana
Alegre va volando por el campo
Va buscando la comida
Para llevar a sus crías
Que en el nido están esperando



Pienso que seras muy buena
También muy linda, Diana,
Y yo quiero compararte
Con canto del mirlo por la mañana


Pronto seras mallorcita
Tienes que tener cuidado
Porque hay mucha gente mala,
Que te puede hacer daño


En el campo nacen flores,
En las calles malas hierbas
Las personas que son malas
Hay que retirarse de ellas


Yo poco puedo ofrecerte
Quisiera ofrecerte mucho
Te ofrezco mi poesía
Con un abrazo profundo.



Escrito por: Jose y Paca





Los pequeños seres mágicos.


Pequeños, juguetones, bellos, alegres o pillastres, los seres elementales de la naturaleza habitan en innumerables cuentos para grandes y pequeños alrededor del mundo.


En Europa, Japón y en la Grecia antigua, los espíritus elementales han quedado relacionados con el mundo de las flores y los árboles, ocupándose de su crecimiento y estando también asociados a las fuentes y los estanques, facilitando el desarrollo del mundo vegetal a partir del reino mineral.


Pero las hadas y los elfos a veces también se manifiestan en el mundo de los humanos (han sido avistados en prados y bosques poblados de hongos), otorgando poderes mágicos a los poetas o bien enamorándose de héroes, dando nacimiento a las leyendas élficas y a cuentos de hadas que han poblado el imaginario colectivo de la edad media -y de edades aun más tempranas.




Espíritus del aire, del viento, de los bosques y de las flores, las hadas y los elfos abren para los hombres el mundo encantado del sueño. Estas criaturas fantásticas están presentes en la imaginación desde la noche de los tiempos. Celtas, griegos y romanos ya les rindieron culto y les consagraron altares.




Cuentos de hadas para aprender a vivir.


Aprende a utilizar los recursos de las hadas del siglo XXI.

¿Es que nadie cree en las hadas?

Si no las vemos, ¿es porque no existen?


¿Si existiesen las veríamos?

¿O no las vemos porque no creemos que existan?

Si creyésemos en ellas, ¿las podríamos ver?






¿ Creéis en las hadas?




Todo parte de una profecía: "Nacerá de la casa real alguien que está muerto y que no obstante vivirá, que morirá de nuevo y volverá a vivir. Y cuando regrese en su mano llevará la destrucción del mundo..."
Con esta premisa surge la acción de todo un clásico y la forja de la espada arcana.
En un mundo donde la magia lo es todo hay gente que nace muerto, sin magia y por el bien de la comunidad debe de ser eliminado. En medio de todo esto surgen varias figuras. Joram, Saryon, Simkin, este último es el bufón al que nadie parece tener en cuenta y como siempre es el mas enterado de todo, todos estos intentan cambiar algo de la sociedad de Merilon, la ciudad flotante metida dentro de una burbuja de magia donde siempre es primavera, pero como siempre hay mucha gente que se niega a cambiar y a ver disminuido su poder.
Todo un clasico de la literatura fantastica, para mi muy bien escrito y que nos transporta a otros mundos pero que son este, ¿va a resultar que no es tanto de fantasía?.
Por cierto para no perder la costumbre es otra trilogía

Despertar y descubrir que es sábado.
La cara de los abuelos al vernos llegar.
Un abrazo en el momento justo.
El olor de las fresias.
Ver una estrella fugaz.
Saltar con las olas.
Jugar en la nieve.
Andar descalza.
Bailar y cantar mientras nadie te ve.
Saltar en los charcos.
Ver el arco iris.
Un plato de espaguetis con muuuucho tomate frito.
La cara de sorpresa de un niño cuando le enseñas algo.
El olor de la casa cuando se acaba de hacer un bizcocho.
Llegar al destino después de un largo viaje.
Hacer reir a otra persona.
Estar ilusionada.

La felicididad no es un estado, son pequeños instantes que debemos disfrutar.
Podeis contarme los vuestros.

Creció sabiendo que era un gusano de cuarta clase. Sus educadores le enseñaron, tan pronto tuvo capacidad de entender, todos los derechos, mas bien escasos, y obligaciones correspondientes a su naturaleza de gusano de la clase inferior. Aprendió también los requisitos y condiciones que le permitirían, tal vez, acceder al "codiciado" estatus de gusano de tercera clase.
Ese acceso a la superior categoría era, por supuesto, dificil, muy dificil. Entre los multiples requisitos que se exigían, el mas importante era el de una estricta obediencia a las sabias directrices emanadas de los gusanos de las clases superiores. Habia que ganarse su confianza y mostrarse digno de ser uno de ellos.
Sus desmañados intentos de cumplir fielmente las normas de mantenimiento del sistema fracasabanuna y otra vez. Hasta que un día, un aciago día, supo que nunca podría conseguirlo. Mientras los demás eran capaces de ser gusanos con toda naturalidad, a él no le salía, aquello no era lo suyo, no sabía gusanear.
Los demás gusanos no eran tontos y se dieron cuenta inmediatamente de que algo no iba según lo establecido y le rodearon y le increparon:
Anarquista, loco, pecador...
Aquello acrecentó su sensación de fracaso, de fracaso como gusano, de su futuro como gusano sin futuro. Así que preso de una honda desesperación, hizo un nudo con la punta de su cola y se ahorcó.
Esto fué una lastima, pues si hubiese investigado con atención, habría descubierto que su verdadera naturaleza no era de gusano de cuarta clase sino de boa constrictor, la mas poderosa de las serpientes poderosas....

Para Kity y Didi

12:30: Lunes. Llego corriendo al restaurante con el tiempo justo para cambiarme y comer algo antes de empezar la jornada.
Como todos los días Mamadou está en la cocina, viste su camisa y gorro blanco que acentúan su oscura piel. Me saluda con una sonrisa de oreja a oreja desde el otro lado de la barra de la cocina preguntándome que comeré hoy.
Tengo prisa, apenas me dará tiempo a nada, supongo que una ensalada me bastará, lo malo es que las ensaladas para los empleados son un poco de lechuga, tomate y aliño.
No hay problema, él conoce un truco: huevo cocido y pollo abajo, encima un buen montón de lechuga y tomate para disimular.
"Cuidado no se de cuenta el jefe", me guiña el ojo y vuelve a sonreir.
Parece una persona muy alegre. Como ayudante de cocina su trabajo consiste en sacar comida y poner los platos en la bandeja del camarero (camarera en mi caso).
Yo solo estoy allí de paso, un par de meses o tres como mucho, necesito el dinero para pagar la matrícula de la universidad.
Coincidimos a la salida y nos vamos juntos en el metro.
Al principio parece que nos cuesta sacar conversación, la mía nos es muy imaginativa y le cuento por que estoy allí. Por decir algo le pregunto si le gusta su trabajo, si tiene planes mejores.
"Llegué a España hace cuatro años. Vine en patera como tantos otros. Conseguí llegar a Madrid después de tres meses vendiendo cartones de tabaco en la costa. Después vendía discos pirata en el metro, en Sol, por los bares... dónde podía. Aquí estoy contento, tranquilo, ya tengo papeles, y sí, me gusta lo que hago. Ya no tengo que correr cuando veo a la policia, soy "legal", todos los meses tengo una nómina y se que puedo dormir tranquilo".
Sus ojos me indican que es féliz.