Llorar de alegría viendo a un pequeño inocente que baila, canta y ríe ajeno a los problemas del mundo. Preocupado solo por los colores de unas bolas de cristal y unas luces que parpadean.
Reir con tristeza recordando la misma noche en la que ese niño eras tú y los abuelos que ya no están preparaban un árbol de romero con cintas brillantes en una pequeña aldea con olor a leña y cabrito asado.
Nostalgia que se mezcla con esperanza.
Las 11:30 de la noche un 31 de diciembre.
-Venga, que no llegamos, acabar de recojer la mesa y vamos abajo.
-Las uvas. Que no se olviden.
Los seis de la familia se dirigen contentos a la casa baja del patio que se ve por su terraza donde espera la familia de los cinco.
Prrrr, prrrrr, suena el timbre del portero automático.
Dentro grita una chica:
-Voy yo, serán los Cuquis.
Fuera gritan los niños:
-¡¡Abreeeee, nosoooootros!!
Ya todos dentro se ríen, empiezan a preparara las doce uvas, las copas para el cava,los vasos para la sidra.
Casi no hay sitio para todos: unos en el sillón, otros en los sofás, encima de los brazos del sofá, en la silla de pueblo, en las banquetas...
-¡Me voy al pasillo que el tío me está haciendo reir y me voy a atragantar! ja, ja, ja, ja.
-Venga, que ya empiezan.
-Chhhhssss, el carrillón, el carrillón...
La presentadora que no se entera, están dando las campanadas y ella sigue en los cuartos.
TUN.... TUN.... TUN.....
Las bocas llenas de uvas, las caras a punto de estallar de risa, las miradas puestas en el reloj de la Puerta del Sol.
-¡Feliz 1994!-gritan todos al unísono.
Besos, abrazos y alegría.
No hay dificultad que suficiente amor no venza.
No hay enfermedad que suficiente amor no cure.
No hay puerta que suficiente amor no abra.
No hay muro que suficiente amor no derribe.
Y no hay ningún pecado que suficiente amor no redima.
No importa lo profundamente asentado que esté el problema ni lo desesperanzador que parezca.
No importa lo enredada que esté la maraña ni lo enorme que sea el error.
La comprensión del amor lo disolverá todo.
Y si tú pudieras amar lo suficiente, serias la persona mas feliz y poderosa del mundo.
Emmet Fox
Hacía bastante que no iba al cine y un poco de rebote una tarde desembocó en el cine y en concreto viendo esta película, la verdad es que le tenía ganas.
Ya el comienzo es impactante, cuando se empieza a ver los personajes de la historia sobresale por encima de todos Malamadre (Luis Tosar) que es el jefazo de los malos de la prisión. También me gustó Resines aunque no es de los personajes principales.
No quiero contar mas para no destripar una pelicula muy agobiante donde acabas dandote cuenta de lo muchísimo que te puede cambiar la vida en un minuto, dependiendo de si estás en un lado o en otro.
Me sorprendió la tensión que se respiraba en el cine y el silencio durante casi toda la película, incluso, al final cuando termina y la pantalla se queda en negro y empiezan a salir las letras, todos parecímos dar un suspiro y decir: ya está ya ha terminado, cuanta tensión.