Llorar de alegría viendo a un pequeño inocente que baila, canta y ríe ajeno a los problemas del mundo. Preocupado solo por los colores de unas bolas de cristal y unas luces que parpadean.
Reir con tristeza recordando la misma noche en la que ese niño eras tú y los abuelos que ya no están preparaban un árbol de romero con cintas brillantes en una pequeña aldea con olor a leña y cabrito asado.
Nostalgia que se mezcla con esperanza.
Publicado por
Laura
2 comentarios:
cuantos recuerdos...
esta nochevieja es para mí la primera de una nueva etapa de mi vida que vá a ser "rara" y con mucha añoranza.
**Feliz 2010**
Uf¡¡
Lo has puesto complicado, creo que lo importante es saber vivir el momento;
partirte de risa con los niños, son el futuro.
Por otra parte recordar el pasado, si fué feliz será la leche.
Por supuesto acordarnos de los que no están.
Besos
Publicar un comentario